sábado, 14 de enero de 2012

EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO DE LA CIUDAD DE LIMA


EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO DE LA CIUDAD DE LIMA
Arqueólogo Rolando Arciga



Escudo de la Ciudad de Lima
Fuente: HansenBCN

Especificaciones del blasón :
Un escudo en campo azul, con tres coronas de oro de reyes, puestas en triángulo, y encima de ellas, una estrella de oro, la cual cada una de las tres puntas de dicha estrella toque a las tres coronas, y por orla unas letras de oro que digan: 'Hoc signum vere regum est', en campo colorado, y por timbre y divisa dos águilas negras de corona de oro de reyes, que se miren la una a la otra, y abrazen una I., y una K., que son las letras de  los nombres de la reina de Juana I de Castilla (conocida como Juana la Loca) y su hijo, posterior rey Carlos I , y encima de estas dichas letras una estrella de oro.



Lima fue trazada como todas las ciudades españolas: manzanas en damero y una plaza central cuadrada cerrada. Las ciudades que fundaron los españoles siguieron el estilo de las ciudades del renacimiento, muy diferentes de las que fundaron los portugueses en América, que aún seguían el estilo medieval con calles irregulares y con curvas. El damero, con calles rectas que forman manzanas cuadrangulares, era fácil de trazar y podía expandirse sin alterar la forma.

Por su clima templado, sin cambios bruscos ni lluvias, por su paisaje arcilloso, desértico, y por sus primeros habitantes compuestos en su mayoría de extremeños, Lima tomo desde un principio la fisonomía de una ciudad musulmana. La construcción de grandes paredes de adobe, lisas y coloridas, tuvo tres lujos exteriores: las amplias portadas señoriales, las ventanas de hermosas rejas y los balcones de madera tallada como galerías salientes y suspendidas.

Alrededor de la plaza Central (o Plaza Mayor) se levantó el Palacio del Gobernador, La Catedral, el Palacio Arzobispal y el Cabildo. De estos edificios solo la Catedral conserva su fachada Colonial de estilo Barroco Inicial (Subsiste rasgos del Renacimiento y El Manierismo). El trazo dela catedral también se mantuvo sin alteración, su traza procesional española del Gótico Tardío y del Renacimiento, con el empleo de tres naves y capillas laterales.




Plaza Mayor de Lima
Arqueólogo Rolando Arciga Soto



 


Portada de la  Catedral , Barroco Inicial, inicios del siglo XVII
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga

El Palacio Arzobispal fue reconstruido en la década del 20 del siglo XX, su arquitectura pertenece al estilo Neocolonial. El actual Palacio de Gobierno (Palacio del Gobernador) se comienza a construir durante el gobierno de Augusto B. Leguía y se concluye en 1938. El Palacio Municipal (Cabildo) fue inaugurado el 28 de julio de 1944.

Los modelos renacentistas del siglo XVI y principios del siglo XVII no son muy numerosos, sin embargo están intactas algunas bellas portadas como la de la catedral, parte inferior del imafronte de San Francisco, la portada de la Casa Pilatos, portada lateral de San Agustín, etc.



Portada lateral de la Iglesia de San Agustín, Estilo del Renacimiento 1595
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga

La traza de iglesias seguía la disposición de la planta procesional española del Gótico Tardío y el Renacimiento, con tres naves, el coro ubicado en la nave central y filas de capillas laterales independientes paralelas a las naves, testeros rectos y bóvedas de las tres naves iguales. El material utilizado en la construcción fue la cal y el ladrillo para los muros. Los techos eran de madera de par y nudillo. El sistema de par y nudillo era la base de los alfarjes mudéjares.

EL uso de alfarjes mudéjares se difundió grandemente en el siglo XVI y se prologo hasta mediados del siglo XVII. Los alfarjes podían ser de tres paños o de cinco, aunque también se fabricaban algunos de siete. Podían ser sencillos y económicos o de gran lujo, con pijamates, ornamentación tallada, y policromada o incluso dorados.

Los alfarjes más antiguos presentaban todavía las formas estrelladas , con múltiples listones que se entrecruzaban a la manera árabe , mientras que en los posteriores predominaba más bien de componer más simple y ortogonal , basado en el uso de casetones cuadrados u ortogonales y los repertorios decorativos característicos del renacimiento y del manierismo.

Simultáneamente con el empleo de los techos de par y nudillo y los alfarjes de corte mudéjar, se utilizó, en los templos del siglo XVI, las Bóvedas de ladrillo, que frecuentemente eran de crucerío o nervadura. El uso de ambos sistemas ocurría, por ejemplo, en las iglesias con nave principal y capillas laterales conectadas que formaban naves laterales .Las naves se cubrían con alfarjes. Y las capillas se cubrían, cuyos techos eran más bajos y de menores luces, con bóvedas. Así fueron las primitivas iglesias principales de los conventos Dominicos y Agustinos.

Desde el siglo XVI se fijó la traza de los conventos y monasterios, conformados por claustros rodeados de crujías de habitaciones, en los que dominaba la iglesia de la orden, ubicada generalmente en la esquina de la manzana que ocupaba el convento .Junto a la iglesia se situaba el primer claustro, al que se accedía por una portería desde el atrio del templo.

Para el año de  1578 se instaló en Lima el primer sistema de tuberías que abastecían de agua a la pila de la plaza mayor. La tubería traía agua desde unos manantiales ubicados en la atarjea, luego esta tubería se volcaba en un gran depósito o almacén situado frente al Hospital de la Caridad, deposito por ello nombrado Caja de Agua de la Caridad y después de Santo Tomas del cual se distribuía a la ciudad por tres cañerías principales que remataban, hacia el año 1613: la primera en Santo Domingo, le segunda en San Sebastián y la Tercera en la Encarnación.

Estas tuberías eran vidriadas por la parte internar, para evita que el agua se filtre. Además era revestida con ladrillo y calicanto, para de esta manera proteger las frágiles tuberías. Estas tuberías cada tramo contaban con una tinaja, la cual funcionaba como caja de registro, donde se depositaba los sedimentos traídos por el agua. Las calles de lima eran en un primer momento de tierra apisonada y luego de canto rodado.

Entre los siglos XVII y XVIII Lima llego a su apogeo, los edificios religiosos se multiplicaron y adquirieron su máxima categoría, la población de la ciudad se calculaba en unas cuarenta mil personas. La rígida forma cuadrangular de las calles se alteró con la construcción de avenidas diagonales, algunas de las cuales siguieron las rutas de las antiguas caminos que salían de la ciudad. La adición de estas diagonales se complementó con la creación de numerosas plazas y glorietas pequeñas. Esta complejidad urbana tenía su paralelo en las tendencias Barrocas de ostentación, expresadas en la arquitectura de arcos y fachadas con decoraciones abigarradas.




Ciudad de Lima, Inicios del Siglo XVII
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga



La Arquitectura Barroca del siglo XVII y principios del siglo XVIII fue la Arquitectura Limeña por excelencia; donde las modalidades del Barroquismo Andaluz y del Chunguiresco se mezclan como medida y gracia a los caracteres locales de la raza indígena, a las formas de los materiales arcillosos de construcción, a la placidez y holgura del medio y al clima que permite la exposición a la intemperie de una arquitectura de volúmenes blandos y de fina carpintería. Sobre la carpintería resalta la creación de los Balcones de Lima que son de modalidad única en América y que tiene por modelo los mucharbies del Cairo, de Damasco o de Alepo. Estos balcones, aislados o en largas hileras, son una de las características más pintorescas de Lima.

Las Iglesia construidas durante los Siglos XVII y principios del siglo XVIII, en su sistema constructivo utilizaban materiales como: el calicanto para los cimientos, de adobe y ladrillo para los muros, de ladrillo, madera o quincha para los pilares y los arcos, y de quincha para las bóvedas, o solo de madera cuando se empleaba tabla en lugar de caña y yeso en el intradós (superficie inferior de un arco o bóveda) de la misma. La piedra canteada y labrada solo se usó en algunas portadas aunque limitada al primer cuerpo ( San Francisco ,San Agustín; únicamente en la catedral se utilizó la piedra en la totalidad de la portada ),mientras que el segundo cuerpo solía ser de ladrillo, y la coronación o remate , de quincha o de madera .Las fachadas se cubrían con capas de cal o de pintura de colores fuertes o que podían imitar el aparejo y color de los materiales naturales , mientras que los interiores se decoraban con pintura mural o se cubrían con lienzos o tablas enmarcados con madera tallada y dorada.



Iglesia de San  Francisco, portada de  Estilo Barroco, segunda mitad del siglo XVII
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga



Portada de la Iglesia de la Merced, Estilo Churrigueresco 1697-1704
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga.





Iglesia de San  Agustín, portada Estilo Churrigueresco, 1720
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga


Las Iglesias de estilo Barroco se caracterizaron por el uso de plantas en forma de Cruz Latina y de Bóvedas de Cañón. Las bóvedas de raigambre Gótica usadas a inicios de la Colonia comenzaron a caer en desuso y fueron sustituidas por Bóvedas de Cañón con lunetos para las ventanas. Estas formas de Bóveda concordaban mejor con el nuevo tipo de planta basado en la Cruz Latina. El terremoto de 1687, causo que entre los alarifes dejaran de usar el ladrillo para construir las bóvedas y se comenzara a generalizar la adopción de las bóvedas de quincha. Estas formadas por un armazón de cerchas de madera apoyadas en vigas soleras y unidas entre sí por arriostres, recubiertas por dentro con caña partida y yeso, y por fuera, con caña y “torta de barro”.

Los conventos presentan gran cantidad de patios, con una gran riqueza decorativa que causa la más grande admiración. Soberbios azulejos del siglo XVII cubren los saltos zócalos de los claustros y arquerías mudéjares y desarrollan su elegante ritmo en esos espacios abiertos, quietos y floridos que evocan poderosamente los siglos pasados e invitan a un  recogimiento.

Casi a fines del Siglo XVII, agrega un nuevo elemento a la ciudad de Lima, en el año de 1687 se termina de construir la Muralla de Lima. Ese mismo año ocurrió un terremoto en Lima y otro en 1746, que obligo a la reconstrucción o la reparación en gran escala de las iglesias, conventos y casas. Estas estructuras destruidas serán reemplazadas por nuevas, pero con estilos modernos como el Barroco Tardío para el terremoto de 1687 y el Rococó y el Neoclásico para el de 1746. La fisonomía que poseen las fabricas virreinales que subsisten en Lima de hoy, en buena parte es un resultado de los cambios arquitectónicos, constructivos y estilísticos que se introdujeron a raíz de la destrucción de 1746.




Muralla de Lima (Parque de la Muralla, Cercado de Lima)
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga



Ciudad de Lima, Inicios del Siglo XVIII
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga
 
 
El estilo del Alto Barroco fue poco a poco cediendo paso un estilo “Galante” del Barroco Tardío, hacia fines de siglo XVIII hacia un clasicismo incipiente, en el que no desapareció del todo algunas de las constantes del barroco.

La Aparicio de este estilo “Galante” se dio en Lima debido a la difusión internacional del Rococó y del Clasicismo francés desde mediados del siglo XVIII, y que fueron impulsadas por la transformación antichunueresca de la arquitectura española y la consolidación del Barroco Clasicismo Borbónico.

Este estilo tenia se caracterizó por su encanto y frescura con que se interpretada en materiales blandos, plásticos, como la arcilla y el yeso que se amolda a cualquier capricho. Como el cielo de lima es plomizo durante gran parte del año, se buscó la luminosidad en el color de las fachadas, se usó tonos como el ocre, el añil y el “Rosa de Lima”.



Torre de la Iglesia de Santo Domingo, Estilo Barroco Tardío ,1775
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga.




En la arquitectura limeña de las décadas de 1760 y 1770 aparecieron, junto con estas tendencias, y en algunos casos como parte de ellas , ecos del diseño curvilíneo de las plantas .La sofisticación en la forma espacial , la búsqueda de la armonía , el uso explícito de la columna clásica , de rocallas a manera de pequeños acentos, caracterizaron a la grácil arquitectura de la iglesia del santo Cristo de los Milagros ( las Nazarenas, 1771) y el camarín de la virgen en la Iglesia de la Merced ( 1774). Ambos de estilo Barroco Tardío.

Después de transito por la etapa “galante” de la década de 1760 a 1780, la arquitectura de lima llego, hacia 1800, a una etapa académica y clasicista, de enérgico rechazo de la herencia chunguiresca , pero en la que no desapareció del todo el componente barroco en el manejo del espacio , que en este caso tiende a ser el espacio de los retablos . Muchos retablos de madera tallada y revestidos con pan de oro fueron sustituidos por los retablos que hoy conocemos llamados “neoclásicos” pero en realidad responden más bien a la categoría del Barroco Clasicista, porque en ellos no desapareció la arquitectura curvilínea ni los entablamentos cóncavos ni convexos y la componente neoclásico se manifiesta más bien el manejo purista, académico y un poco seco de los órdenes clásicos.

Las casas que aún se aprecian en la ciudad de lima corresponden casi todas a la segunda parte del periodo virreinal, que pocas son los ejemplos que conservan visibles, aunque sea parcialmente las partes más antiguas de la fábrica. Constantemente se alteraban las plantas de las casas, se cambiaba su carpintería y se efectuaba refracciones y, a raíz de los temblores y terremotos, reconstrucciones. Como este proceso continuo hasta principios del siglo XX, muchas de estas casas siguen siendo en parte, virreinales, y en parte republicanas

En la ciudad uno de los tipos más modestos de casa fue la de callejón, el callejón era formado por pequeñas viviendas de dos o tres habitaciones, con acceso desde un pasaje sin techo perpendicular la calle .no muy diferentes a estas viviendas fueron las pequeñas casas de tres o más habitaciones en fila, seguida por un patio cocina o corralito, y directamente accesible desde la calle por una puerta. Eran de un piso, de adobe o madera y caña no tenían ventanas.





Vivienda del Siglo XVII (Parque de la Muralla, Cercado de Lima)
Fuente: Arqueólogo Rolando Arciga


Las casas de la gente de clase alta y Media ocupaban solares grandes o medianos, lo que le permitía disponer de uno o más patios para la iluminación y la ventilación de las habitaciones y otras aéreas libres para jardines y huertos. Casi invariablemente, el cuerpo principal de estas casas se colocaba al bore del solar sobre la calle, y el acceso era por un portón que permitía la entrada no solo de personas sino también de acémilas, jinetes , y eventualmente ,carretas y carruajes. El portón conducía al zaguán, y el zaguán al patio. Las habitaciones principales eran el salón y los dormitorios.

Las casas era de u o dos pisos (a partir del Siglo XVI). Las plantas formadas por crujías podían ser en forma de “L” o “U”, O tener las habitaciones entorno de un patio. El material constructivo más difundido fue el adobe, que se utilizó para los muros; en muchos casos, el adobe se combinó con el ladrillo para darle más resistencia. El peligro que se corría con los pesados muros adobe provoco que a partir del terremoto de 1746, se usara quincha en su lugar, sobre todo para los segundos `pisos de las casas. Los entrepisos y techos se construyeron de madera con viguetas y entablados. En lima la carpintería de los techos era encuadrada, y en casas de mayor lijo tallada y policromada.

La exaltación libertadora con su rechazo por el dominio español, rechazaba también la arquitectura colonial que le recordaba a España, sin pensar que ya era Peruana .así no deseándose utilizar las formas tradicionales, se hicieron las primeras construcciones republicanas. El estilo se prolongó durante todo el siglo XIX. Las técnicas criollas del adobe y la quincha dieron cuerpo a pulcras y elegantes fachadas .los interiores se aclararon y la simetría imperaba en un esbelto clasicismo, pero, en fondo, la casa guardaba su distribución colonial, y su transformación fue más bien decorativa.

En el año de 1861, la Municipalidad de Lima acuerda cambiar el nombre de las antiguas calles de Lima, la nueva nomenclatura fue puesta en vigencia para el año de 1862, pero recién fue de uso general para el Siglo XX. Las razones de cambio de nomenclatura fueron dos: la primera que debido al crecimiento de la ciudad, llegaría un momento en que sería imposible memorizaren el nombre de todas las calles. La segunda que queriendo borrar todo vestigio de la dominación española, se cambió el nombre antiguo de las calles por los nombre de los departamentos y provincias del Perú.

Desde 1870, aproximadamente, fue la influencia académica y ecléctica la que imprimió su sello en la edificación. Luego vino una paralización constructiva, apreciable en materia de arquitectura hasta fines del siglo XIX y principios del siglo XX, en que se produce una época de resurgimiento: el “petit hotel” se pone de moda, se hace avenidas como la colmena imitando los bulevares de parís, con sus tejados y buhardillas falsas; se traza el paseo colon y aparece una gran variedad de estilos.

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